Son otra clase de heridas...

No es de esas heridas que curas con una tirita y algo de alcohol. No es una herida a ras de piel que te duele intensamente durante un rato. Es una herida del alma, de esas que te rajan el corazón en dos y se quedan ahi, abiertas, hasta que algo las cura. Pero, mientras tanto, te duelen inconscientemente todo el rato, te duelen a morir si piensas en ellas y no las notas apenas si estas distraido. Aunque, en todo momento, sabes que estan ahí, cortandote, hundiendote, y bloqueandote hasta lo más hondo.

(necesito una tirita para el alma.)

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