vidas tangentes.

acordes disonantes alterados por el viento
y tres relojes rotos que no marcan la hora exacta
el piano lloraba su pena, ahogaba su anhelo
las manecillas de los relojes se habian vuelto pura plata

cristalizacion, escarcha, puro hielo retenido
la luna le gritaba al viento que estaba vacio de contenido
el aire de Neptuno refulgia como lleno de diamante
y tu alma , ingrávida, parecia dorada, tan brillante...

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